• Decrease font size
  • Default font size
  • Increase font size

Las Cajas de Ahorro han sido instituciones financieras, en teoría sin afán de lucro ni propietarios privados, al menos hasta ahora. Provienen de la evolución de los antiguos montes de piedad de los siglos XVIII y XIX. Se rigen por unos órganos de gobierno con participación de Instituciones públicas, depositantes y trabajador@s de cada entidad. Una parte de sus beneficios, una vez pagados impuestos, son dedicados a proyectos sociales a través de la Obra Social.

En si mismas, estas entidades no constituyen una alternativa ética, al negocio de la banca privada, puesto que compiten en el mismo mercado con ella, en cuanto al rendimiento de depósitos, intereses de los créditos y precio de los servicios.  Pero, dado que las Cajas de Ahorro poseen alrededor de un 49% de cuota del mercado financiero español, su privatización supone un bocado muy apetecible para el capital especulativo, objeto de su deseo desde hace mucho tiempo, y que ahora una clase política, enteramente a su servicio, le sirve en bandeja.

1.- EL PACTO ZAPATERO-RAJOY

Como marionetas tiradas por la misma cuerda, Zapatero y Rajoy aparcaron la hojarasca de la crispación y su confrontación política de atrezzo, y el día 5 de Mayo de 2010 acordaron, de manera sorprendentemente rápida, impulsar el proceso de fusión y privatización de las Cajas de Ahorro. Cuatro días más tarde, el 9 de Mayo, en la reunión del Consejo de Economía y Finanzas, ECOFIN, el Gobierno español recibió el resto de las recetas neoliberales señaladas anteriormente y que, como el alumno más aplicado de esta parte del continente, se afanó en llevar a cabo.

Del pacto del 5 de mayo entre Zapatero y Rajoy se derivó la llamada Ley de Cajas, que fue aprobada finalmente por el Parlamento dos meses y medio después, el 21 de julio, con los votos de PSOE, PP, CC y UPN. La Ley estaba encaminada, básicamente, a la entrada de capital privado, hasta un 50%, mediante las llamadas “cuotas participativas”, y lo que anunciaban como “despolitización de las Cajas”, es decir, la reducción de la presencia institucional en los órganos de gobierno de las mismas, de un 50% a un 40%. Pero si quitamos políticos y los substituimos por especuladores, hay razones para pensar que quizá sea peor el remedio que la enfermedad.

CGT SE POSICIONA CONTRA LA  ELIMINACIÓN DE LAS CAJAS DE AHORROS Y SU CONVERSIÓN EN BANCOS

PARTICIPA CON CGT, LA ALTERNATIVA SINDICAL EN LA CAM

LA ALTERNATIVA SINDICAL EN BANCO BASE

 

acoso psicologico

 

  

   

twitter_32

        

facebook_32

INFORMATE

suscribete

afiliate